Aunque en esta ocasión no se refiere a los restos de un fugado del Fuerte de Ezkaba, es emocionante despedir el año con esa imagen de una hija que se reencuentra con su padre, asesinado hace 84 años.

Claudio Diéguez Loza era un ferroviario vinculado a la CNT que fue detenido y asesinado en septiembre de 1936. Aunque sus familiares siempre creyeron que su cuerpo se encontraba en el paraje de Sorozarreta, la investigación genética (llevada a cabo por Nasertic) de los restos recuperados en la sima de Otsoportillo, en Urbasa, consiguió identificarlo como uno de ellos y ha hecho posible la entrega a sus familiares.
Las lágrimas de Concha son las nuestras. Urte Berri On.