Saliendo de Saigots, el GR tomará dirección noreste, con el monte Tiratun (1235 mts.) como referencia geográfica más importante. Cerca de la muga entre Esteribar y Erro, el sendero gira bruscamente a la izquierda y más adelante transcurre próximo al pueblo de Lintzoain. Dejando el mencionado Tiratun a nuestra izquierda llegaremos al collado de Lizartzu y empezaremos el descenso hacia el albergue de Sorogain.
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO
(cortesía de Javier Rey Bacaicoa y RutasNavarra/NaparBideak ): Etapa 3 GR 225
Animación sobre Google Earth realizada por Mikel Uriarte:
MEMORIA HISTÓRICA
Los fugados llevan varios días recorriendo los caminos hacia la frontera como buenamente pueden. Muchos optan por esconderse y estudiar el terreno durante el día y caminar de noche. Hay que recordar que esa semana de mayo de 1938 fue especialmente lluviosa y desapacible. Podemos imaginarlos cada vez más debilitados y en grupos más reducidos, cuando no huyendo en solitario.
HITOS DE LA ETAPA
- AGORRETA (80 hab.). Navarra 1936 cita tres muertos en el término de Agalde de Zubiri y a Vicente San Martín, enterrado en Agorreta. Son cuatro los testimonios recogidos sobre lo acontecido en Agorreta: María Ángeles Tohane (n.1930), Ana Mª Vizcay (n.1934), Patxi Tohane y Martín Elcano.
Agalde es un toponímico que abarca los términos de Zubiri, Saigots y Agorreta y da nombre a la regata que atraviesa la zona. Serían cuatro los enterrados aquí, uno de ellos (Vicente San Martín) en el cementerio de Agorreta. La cruz que marca su tumba nos sitúa en el tiempo a través de la fecha de su muerte: 27 de mayo de 1938. Los otros tres son fusilados cerca de la curva de la carretera que cruza el pueblo, en Anestakozoko (finca del padre de Martín Elcano, a quien el progenitor hacía santiguarse en el lugar por respeto a los enterrados). - LINTZOAIN (133 hab.). Tras el sermón del domingo (29 de mayo o 5 de junio), el párroco del lugar fue solicitado para asistir a otros dos capturados. Quien narra los hechos es Santiago Presto (1926), que ejercía de monaguillo y acompañó al cura en ese trance. Los escapados habían alcanzado Sorogain pero retrocedieron por la presencia de patrullas y, delatada su presencia por un vecino, fueron capturados en Oian-eder. Atraídos por la curiosidad, acudieron otros vecinos de Bizkarreta. Uno de los fugados, vizcaíno, se confesó; el otro no. Al atardecer, Isaac Presto y otros vecinos trasladaron sus cuerpos al cementerio local, donde permanecen anónimos junto al cuerpo de otra forastera muerta posteriormente.
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