Un paseo y una ofrenda que honran el lugar donde dos gallegos de los que aún desconocemos su identidad fueron asesinados. Algunas familias (vinculadas por la Ikastola Jaso) se acercaron el pasado fin de semana hasta el lugar – a pie de GR 225, en el viejo camino entre Leranotz y Saigots- donde un sencillo memorial recuerda aquel día infausto. Colocaron plantas y flores, y también un arbusto que encarna la frase de Castelao que puede leerse en el monumento:
“No enterraron cadáveres, enterraron simiente.”
Ese es el deseo y el empeño: que las nuevas generaciones así lo entiendan.
