Otro año más, la asociación memorialista Txinparta organizó el pasado 21 de mayo el homenaje a los presos que penaron en el Fuerte de Ezkaba (San Cristóbal): a los que lograron salir con vida a pesar de las dificultades y el maltrato, y a los que murieron -allí o fuera de la prisión, como sucedió con los 206 asesinados en la fuga del 38 o los 14 que posteriormente fueron fusilados en la Vuelta del Castillo acusados de haberla organizado.
El acto se convoca siempre el domingo más cercano a aquel 22 de mayo, precisamente en recuerdo de la fuga de 1938. En esta ocasión, los homenajes se han centrado especialmente en las mujeres: las que apoyaron a los presos (la mayoría de las veces familiares, pero otras simplemente seres humanos bondadosos y conscientes de la penurias ajenas) y las que no pudieron acercarse al fuerte, pero sufrieron en sus localidades de residencia la represión más vil; física y económica.
Os dejamos el enlace de un vídeo que resume algún momento de esa bonita mañana que tiño la cima con los colores y los valores de la bandera republicana. Y algunas fotos que obtuvimos sobre el terreno.