“El día que la mataron, María Alonso, republicana, de 32 años, llevaba un solo pendiente porque tenía una infección en la oreja izquierda. Cuando, en 2008, se abrió en Izagre (León) la fosa que compartía con nueve hombres, los forenses se volvieron locos buscando el otro pendiente. Hasta que Josefina Alonso, de 91 años, explicó que su hermana lo había dejado en casa y mostró la sortija que se había hecho con él. ‘No me la he quitado nunca‘.”
Lo cuenta Natalia Junquera en El País, en un artículo sobre la edición del libro LAS VOCES DE LA TIERRA que editan conjuntamente la ARMH y la Editorial Alkibla. Los fundadores de esta última son nuestros paisanos Clemente Bernad (autor de otros trabajos relacionados con la Memoria Histórica como el imprescindible DESVELADOS) y Carolina Martínez.
Como en tantos lugares del resto del estado, también en las fosas donde han ido apareciendo restos de asesinados de la Fuga del Fuerte de Ezkaba algunos objetos encontrados han trasportado hasta el presente el recuerdo del infame instante de su muerte. Un ejemplo son esa cremallera y el lápiz hallados en la fosa de Usetxi, donde aparecieron los restos de 3 fugados, uno de los cuales -Ramón Haro- ha sido identificado recientemente.
Ojalá se recuperen muchos más y puedan ser entregados a sus familiares: una de la tareas pendientes.