Quizás un pariente lejano de alguna de esas vacas que nos saludan desde nuestro querido collado de Beraskoain vio pasar por ese mismo punto a Jovino Fernández en mayo de 1938. El leonés llegó a Urepel tras 13 jornadas en el monte, sobreviviendo al hambre y a los perseguidores.
El año que llega lo hace con una noticia espléndida para la Memoria Histórica vinculada al penal de Ezkaba. El acuerdo entre el gobierno central y el de Navarra para transformar el fuerte en un Lugar de Memoria augura una nueva vida a la siniestra edificación. El inicio de la primera etapa del GR 225 será testigo privilegiado de esa metamorfosis.