Tomás Mardones Llorente (4/5/1912) llegó al penal del fuerte de Ezkaba en junio de 1936. Carpintero gasteiztarra miembro de CNT y FAI, jugó a fútbol en el Deportivo Alavés. Participó en un intento de fuga, en julio del 36 y fue ejecutado el 1 de noviembre de ese mismo año. Un total de 21 presos fueron asesinados como escarmiento por aquel intento de fuga y fueron enterrados en una fosa común, en el cementerio de la cercana población de Berriozar.
En marzo de 2022 -dentro del Plan de Exhumaciones del Gobierno de Navarra- la Sociedad de Ciencias Aranzadi llevó a cabo la inspección de la citada fosa común y 21 cuerpos fueron recuperados. Tomás Mardones, ahora identificado gracias al cotejo con el ADN de familiares que realiza Nasertic, es el tercero de los asesinados a los que se ha podido poner un nombre. Como siempre que nos hacemos eco de estas gratificantes noticias, animamos a cualquiera que sospeche que un antepasado desaparecido pueda estar enterrado en lugar desconocido se ponga en contacto con el Instituto Navarra de la Memoria en la dirección inm@navarra.es.